Conversatorio en torno al Informe de la Escuela de Idiomas originarios
Estudiantes y profesores se reunieron para comentar el proceso de sistematización de la Escuela de Idiomas.
El viernes 30 de junio, entre las 18:00 y 21:00 hrs., participantes de la Escuela de Idiomas indígenas se reunieron para discutir los resultados del estudio realizado por los académicos de la Escuela de Educación Básica, Carlos Bustos y Silvia Castillo, cuyo propósito fue analizar el diseño y proceso de implementación de los cursos de lengua (Aymara, Rapa Nui, Quechua y Mapuzungun), a partir de las percepciones de los estudiantes, profesores y equipo institucional de coordinación del Consejo Nacional de Culturas y las Artes (CNCA) y la Dirección de Vinculación con el Medio de la UCSH.
Es importante mencionar que la metodología utilizada en el encuentro señalado consideró tres momentos:
Se inició con una conversación en torno a la selección de algunas citas relevantes correspondiente a los diversos actores participantes de la Escuela de Idiomas; ello permitió comprender el modo en que se fueron construyendo las categorías de análisis.
Posteriormente, se conformaron dos grupos, que trabajaron con el material diseñado a fin de problematizar los resultados de la investigación; a través de la discusión y participación activa, cada integrante fue emitiendo opiniones que fueron consensuadas para incorporarlas en las diferentes dimensiones vinculadas al análisis.
Por último, cada grupo presentó sus conclusiones, enfatizando en la importancia de incorporarlas en el informe final. En este sentido, estas constituyen una legitimación del proceso investigativo, puesto que recogen sus planteamientos finales, permitiendo así el cierre del mismo.
Elementos a destacar
Entre los aspectos más relevantes, los participantes destacan que el diseño e implementación de la Escuela de idiomas evidenció el carácter autónomo de los pueblos originarios en el desarrollo de un proceso pedagógico, autonomía que esperan sostener en el tiempo, mediada por el diálogo y la consulta permanente a ellos. En consecuencia, ellos agregan que hubo un incremento de la confianza por parte del CNCA y su Departamento de Pueblos Originarios RM cada vez que los propios pueblos tomaron decisiones respecto de la Escuela en tanto proyecto de revitalización lingüística y cultural. De igual modo, para ellos es fundamental el resguardo de sus conocimientos y experiencia.
También, interpelan a la Universidad a incorporar explícitamente en el currículum un mayor conocimiento de los pueblos originarios a fin de nutrirse de sus epistemologías, puesto que reconocen que estas aportarían a la construcción de escenarios de aprendizaje. Incluso, proponen vincularse, sobre todo, con las carreras de pedagogía. Por último, son enfáticos en señalar que la revitalización de las lenguas originarias no depende solo de esta Escuela de idiomas, sino que los estudiantes de ésta deben participar activamente en sus organizaciones y comunidades, poniendo en práctica la lengua originaria; de esta manera, hacen un llamado a ocupar todos los escenarios comunicativos posibles, aportando a la recuperación de espacios funcionales del idioma.
Para los académicos Bustos y Castillo, la realización de este estudio, que tuvo su origen en la iniciativa de la Dirección de Vinculación con el Medio y su Área de Gestión de las Culturas y Patrimonio, ha resultado relevante como experiencia de aprendizaje tanto para ellos como para la universidad, puesto que los resultados pueden enriquecer una serie de iniciativas vinculadas al ámbito de las políticas institucionales (Interculturalidad y Derechos Humanos) de la UCSH.
Es relevante destacar que esta Escuela de idiomas indígenas realizada en nuestras dependencias es una expresión inédita a nivel nacional, y por lo tanto, su experiencia y sistematización constituyen un aporte a las políticas públicas y a la revitalización de la lenguas toda vez que en este proyecto convergieron dialógicamente tres actores fundamentales: los pueblos originarios, el Estado a través de la CNCA y la Universidad; todo ello contribuye a la legitimización de otros modos de construir conocimiento y espacios relacionales que nos aportan los pueblos originarios.